El roble o carvallo (Quercus robur) crece en muchas regiones del mundo, sin embargo se ha asociado a Inglaterra desde la época de los druidas, ya que su madera, hojas y frutos se han estado empleando durante siglos para la construiccion de buques de guerra conocidos como ‘muros de piedra’, como alimento para el ganado e incluso para los campesinos en tiempos de hambre.
Como ya hemos dicho su madera ha sido apreciada durante siglos, y la corteza que la cubre contiene tanino, sustancia con una gran variedad de aplicaciones medicinales. Los extractos son antisépticos, astringentes y antiinflamatorios. Se aplica externamente en preparados para cortes, quemaduras, afecciones de la piel, hemorroides, secreciones vaginales, infecciones de garganta y encías.
Tanto la corteza como las agallas (protuberancias causadas por larvas de insectos prásitos) se utilizan para curtir y teñir.
Este gran árbol de gran tamaño se ha considerado símbolo de longevidad y ha sido apreciada durante siglos, pues eran árboles sagrados, no sólo para los druidas, sino también para los griegos y los romanos, quienes lo ofrendaban a Júpiter. Como curiosidad se dice que la mesa redonda del rey Arturo estaba hecha de una sola pieza cortada de un roble gigante.