Las plantas que viven en macetas en interior requieren de algunos cuidados especiales. Es fundamental que las macetas tengan un buen drenaje, para que el agua se escurra fácilmente y su exceso no perjudique a las plantas.
La mayoría de las plantas de interior crecen bien en sustratos universales que encontrarás en tu tienda en forma de bolsas o sacos.
Lo único que necesitan es un lugar cálido, una buena iluminación y que no le falte el riego. El riego es lo más complicado de dar a las plantas de interior, pues nunca sabemos con certeza cuando necesitan agua.
Para saber si una planta necesita agua hay que fijarse si la tierra está seca, basta con tocarla y ver si la parte superior del sustrato está seco. Si tiene suficiente humedad la notarás mojada y se quedará pegado a tu dedo, si por el contrario está seco, notarás el suelo apelmazado y no se te ensuciará el dedo al tocarla.
Es un truco sencillo para saber si la tierra está en buenas condiciones y no suele fallar.
Para regar mejor de abajo arriba, ¿cómo? Muy fácil, colocando un plato bajo de la maceta y echando el agua al plato, para que por capilaridad, el agua ascienda humedeciendo el sustrato poco a poco. Retirando siempre el agua sobrante que quede en contacto con el sustrato, o simplemente elevando la maceta del plato con grava, así siempre habrá humedad y no estará en contacto directo el agua con las raíces.
Por lo general basta con un riego durante el invierno y dos o tres en verano, dependiendo de la planta y de la temperatura.